Nada concierne menos al hombre ajetreado que el vivir: en ningún
otro asunto es el conocimiento más difícil.
Los que profesan otras disciplinas
son muchos y del montón; incluso en algunas de ellas hay niños que parecen
aprenderlas de manera que hasta podrían enseñarlas.
A vivir hay que estar
aprendiendo toda la vida y, algo que te va a extrañar más, toda la vida hay que
estar aprendiendo a morir.
Seneca
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