sábado, 30 de septiembre de 2017
La misma inteligencia, el mismo espíritu.
Tú has olvidado el lazo tan estrecho de parentesco que une a cada hombre con el género humano, no por la sangre y el origen,sino por la participación común en la misma inteligencia. Tú has olvidado que el espíritu de cada uno de nosotros deriva de una emanación de la Divinidad; que nadie posee nada por sí mismo, así como nuestros hijos, nuestro cuerpo y hasta nuestra respiración provienen de este origen divino; que todo es opinión; y, por último, que la vida de cada uno se reduce al goce del momento y que no se puede perder sino este momento.
Marco Aurelio
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